Las averías en la fuente de alimentación pueden ser de dos tipos:
- La fuente deja de funcionar.
Es el tipo de avería más fácil de localizar, ya que nuestro ordenador simplemente no va a encenderse.
- Deja de suministrar las tensiones correctas.
Esto ultimo es más difícil de detectar y sobre todo muchísimo mas peligroso, ya que no solo se avería la fuente de alimentación, si no que como consecuencia de esto se pueden estropear otros componentes del ordenador, en especial la placa base, la memoria y los periféricos (disco duro, unidades ópticas y lectores de medios).
Podemos detectar estas averías por una serie de problemas que empieza a darnos, como errores de lectura, bloqueos sin motivo aparente, dispositivos que fallan estando en perfecto estado, problemas de encendido, etc.
Este tipo de avería, como ya hemos dicho, son muy peligrosas, por lo que si tenemos indicios que que pueden estar ocurriendo debemos llevar lo antes posible la fuente a que nos la comprueben o bien cambiarla por otra.
Hay programas de testeo, como el Everest y otros similares, que nos indican los voltajes exactos que le están entrando a la placa base. Es conveniente que de vez en cuando perdamos 5 o 10 minutos observando si las tensiones suministradas son correctas y, sobre todo, estables.